Lazos de sangre

Nueva York, 1974. Chris es liberado de prisión bajo palabra tras cumplir una larga condena. Su hermano menor, Frank, un condecorado oficial de policía, se aferra a la esperanza de que Chris se haya reformado. Frank le ofrece una segunda oportunidad: le proporciona alojamiento, le consigue un empleo y lo ayuda a reestablecer los lazos rotos con su exmujer, Monica, y sus hijos. A pesar de los esfuerzos de Frank, Chris sucumbe a las tentaciones y reincide en sus antiguos hábitos criminales. Esta recaída es la traición definitiva para Frank, quien, devastado, decide retirarle todo su apoyo. Sin embargo, el destino ya ha sellado su camino, y la espiral descendente de Chris arrastrará a ambos.